Rudolf Steiner nació en Austria, el 27 de febrero de 1861. Hijo de familia humilde se recibió de ingeniero en la Escuela Técnica Superior de Viena. Se doctoró en filosofía en la Universidad de Rostock en Alemania. Desde muy joven tenía la percepción no sólo de la realidad, sino en igual medida de la realidad espiritual-suprasensible detrás de los fenómenos del mundo visible. Por consiguiente se vio ante la tarea de unir en forma científicamente exacta estas dos realidades, la de las ciencias naturales y la de la ciencia del espíritu o ciencia de lo suprasensible; el resultado de este esfuerzo es su Antroposofía.
Esta señala a la humanidad los caminos hacia el conocimiento y la vivencia concreta del espíritu. De la obra de Rudolf Steiner parten impulsos renovadores para todos los ámbitos de la cultura: la filosofía, la medicina, las ciencias sociales, la agricultura, la pedagogía, las artes. Dentro de estas últimas creó el arte de la formación del habla y el arte del movimiento: euritmia. Rudolf Steiner murió en Dornach, el 30 de marzo de 1925.
Antroposofía es una cosmovisión que coloca nuevamente al hombre en el centro de la evolución cósmica. Se remite al origen primordial del hombre y del cosmos, describe sus sucesivas etapas evolutivas y señala su meta lejana, destacando como hecho central de la evolución la venida de Cristo a la Tierra. Dentro de este marco, Antroposofía describe al hombre en los tres mundos a los que pertenece: el físico, el anímico y el espiritual, y amplía la perspectiva más allá de esta vida hacia la existencia prenatal y postmortem dentro de una sucesión de vidas terrestres repetidas.
El destino que por lo general se experimenta pasivamente y como impuesto en forma ciega desde afuera, se revela entonces como algo que el hombre mismo elige para corregir fallas cometidas y allanar el camino de su paulatino perfeccionamiento hacia el futuro.